EL EFECTO INVERNADERO (QUÉ ES):
El efecto invernadero es el fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera. Según el actual consenso científico, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debida a la actividad económica humana.
Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto similar al observado en un invernadero.
LOS GASES DEL EFECTO INVERNADERO:
Los denominados gases de efecto invernadero o gases invernadero, responsables del efecto descrito, son:
- Vapor de agua (H2O)
- Dióxido de carbono (CO2)
- Metano (CH4)
- Óxidos de nitrógeno (Nox)
- Ozono (O3)
- Clorofluorocarbonos (CFCI3)
Estos gases (a excepción de los clorofluorocarbonos) son naturales, es decir, ya existían en la atmósfera antes de la aparición del hombre, desde la Revolución industrial y debido principalmente al uso intensivo de los combustibles fósiles en las actividades industriales y el transporte, se han producido sensibles incrementos en las cantidades de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono emitidas a la atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas, como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero.
Estos cambios causan un paulatino incremento de la temperatura terrestre, el llamado cambio climático o calentamiento global que, a su vez, es origen de otros problemas ambientales:
Por tanto, para combatir estos efectos nocivos para el planeta, se están tomando unas determinadas medidas contra el efecto invernadero. La más importante y famosa es el “Protocolo de Kioto”.
EL PROTOCOLO DE KIOTO:
Los gobiernos acordaron en 1997 el Protocolo de Kioto del Convenio Marco sobre Cambio Climático de la ONU (UNFCCC). El acuerdo ha entrado en vigor el pasado 16 de febrero de 2005, sólo después de que 55 naciones que suman el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero lo han ratificado. En la actualidad 166 países, lo han ratificado alcanzando el como indica el barómetro de la UNFCCC.
El objetivo del Protocolo de Kioto es conseguir reducir un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero globales sobre los niveles de 1990 para el periodo 2008-2012. Este es el único mecanismo internacional para empezar a hacer frente al cambio climático y minimizar sus impactos.
El protocolo de Kioto es un convenio internacional que intenta limitar globalmente las emisiones de gases de efecto invernadero. El protocolo surge de la preocupación internacional por el calentamiento global que podrían incrementar las emisiones descontroladas de estos gases.
En 1960-70, surgieron las primeras señales de alarma sobre un posible efecto invernadero en la Tierra provocado por el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera.
La Tierra, debido a su fuerza de gravedad, retiene en su superficie el aire y el agua del mar, y para poner en movimiento el aire y el mar en relación con la superficie del planeta se necesita una energía cuya fuente primaria es el Sol, que emite en todas las direcciones un flujo de luz visible o próxima a la radiación visible, en las zonas del ultravioleta y del infrarrojo.
AGRICULTURA (EFECTO INVERNADERO):
La agricultura, al nivel mundial, es responsable de solo un 20 % de las emisiones antropogénicas de gases con efecto invernadero, pero la importancia relativa de sus emisiones de metano y óxidos de N es mas alta que la de otras fuentes.
Así, desde el punto de vista de la agricultura, las emisiones de CO2 no son un problema, ya que se estima que para períodos de un año las emisiones se compensan con las captaciones. Sin embargo hay estimaciones, según las cuales, del aumento total de la radiación anual forzada por efecto del CO2, el proveniente de la agricultura solo sería responsable de un 4 % de ese aumento y el resto proviene de los cambios de uso del suelo (12%) y de otras fuentes (54 %), principalmente el sector energético.
Por otra parte, la evidencia disponible sobre el efecto de los gases invernadero en el cambio climático ha sido usada para estimar los impactos de este en la agricultura.
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